En países desarrollados la hepatitis C es adquirida por niños por transmisión perinatal. Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud, de 100 niños nacidos de madres que presenten infección, 5 tendrán hepatitis C. Hasta el momento no existe un tratamiento para prevenirlo.
La inflamación del hígado causada por la hepatitis C no suele ser tan común en los niños pues se transmite a través del contacto directo con la sangre de una persona infectada. En este punto es muy importante que se tenga en cuenta que este virus no se transmite a través de la leche materna, la manipulación y consumo de alimentos o agua ni por contacto ocasional de una persona infectada.
Con el objetivo de descartar la infección vertical, los niños nacidos de madres con hepatitis C siguen controles médicos a partir del tercer mes de vida y, nuevamente, al cumplir los 18 meses de edad.
De esta población, la infección por genotipos 2 y 3 tiene un menor grado de evolución hacia la hepatitis crónica en niños con infección vertical: mientras que en los infectados por genotipo 1 el 5% de ellos se cura, en los genotipos 2 y 3 el porcentaje asciende hasta el 27%. La respuesta al tratamiento depende del genotipo viral: el 2 y el 3 son más sensibles.
Las consecuencias de la hepatitis
La hepatitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación del hígado. Aunque frecuentemente se cree que se debe a una infección vírica (hepatitis A, B, C, D, y E), lo cierto es que también puede tener otras causas: Inmunitaria (hepatitis inmunitaria) o infecciones bacterianas .
¿Cómo saber si un niño está enfermo del hígado?
Con mucha frecuencia es fácil identificar los síntomas que incluyen:
- Orina de color oscuro
- Cansancio
- Inapetencia
- Fiebre
- Náuseas y vómitos
- Heces pálidas
- Dolor abdominal (sobre el hígado)
- Piel y ojos de color amarillo (ictericia)
¿Cómo prevenir la hepatitis en niños?
La hepatitis en los niños. Prevención y tratamiento:
Si el hígado de nuestro hijo se inflama por culpa de una infección o por un virus, decimos que ha enfermado de hepatitis. Por esto, y más aún cuando hablamos de hepatitis C, es mejor prevenir. En este sentido es importante entender como padres y adultos la importancia de, por ejemplo, lavarse las manos antes de tocar un alimento y, por supuesto, hacer entender a los niños que ellos también deben hacerlo